Para compensar el impacto de la COVID-19 en el mercado laboral, China ha tomado medidas para garantizar el empleo y la reanudación del trabajo.

En el primer trimestre de 2020, el gobierno ayudó a más de 10.000 empresas clave centrales y locales a contratar a casi 500.000 personas para garantizar la producción de suministros médicos y artículos de primera necesidad en orden.

Mientras tanto, el país ofreció transporte directo “punto a punto” a casi 5,9 millones de trabajadores migrantes para ayudarlos a regresar al trabajo.Un programa de seguro de desempleo ha permitido a más de 3 millones de empresas disfrutar de un reembolso total de 38.800 millones de yuanes (5.480 millones de dólares), beneficiando a casi 81 millones de empleados en el país.

Para aliviar la presión financiera sobre las empresas, se eximieron un total de 232.900 millones de yuanes de primas de seguro social y se aplazaron 28.600 millones de yuanes de febrero a marzo.El gobierno también organizó una feria laboral especial en línea para reactivar los mercados laborales afectados por la epidemia.

Además, para promover el empleo de trabajadores de zonas empobrecidas, el gobierno ha dado prioridad a la reanudación del trabajo en empresas, talleres y fábricas líderes en el alivio de la pobreza.

Hasta el 10 de abril, más de 23 millones de trabajadores migrantes empobrecidos habían regresado a sus lugares de trabajo, lo que representa el 86 por ciento de todos los trabajadores migrantes el año pasado.

De enero a marzo se crearon un total de 2,29 millones de nuevos empleos urbanos, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.La tasa de desempleo encuestada en las zonas urbanas se situó en el 5,9 por ciento en marzo, un 0,3 por ciento menos que el mes anterior.